La reciente derrota de River ante Atlético Mineiro en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores ha dejado a los hinchas millonarios con la sensación de que su equipo no fue el mismo que habían visto en partidos anteriores.
El 3 a 0 en contra en Belo Horizonte no solo pone en duda la capacidad de River para llegar a la final, sino que también resalta las carencias que Marcelo Gallardo ha intentado corregir durante la temporada.
El partido comenzó con una atmósfera tenso y cargada de expectativas. Atlético Mineiro, liderado por Gabriel Milito, se mostró dominante desde el inicio, aprovechando cada oportunidad que se le presentó. Deyverson, el delantero brasileño, fue la figura del partido, anotando dos goles y asistiendo en el tercero.
La defensa de River , que había sido una de sus fortalezas, se mostró vulnerable y no pudo contener los ataques del equipo local. Marcelo Gallardo, en la conferencia de prensa posterior al partido, reconoció que su equipo no fue el duro y comprometido que querían ser.
«No fuimos el equipo duro que queríamos ser. Nos hicieron goles muy fáciles. Ahora solo queda hacer un partido perfecto para revertir este resultado y sacarnos esta bronca y tristeza. No queda otra,» dijo el entrenador.
La desatención defensiva de River fue un tema recurrente durante el partido. La línea de tres zagueros, que había sido una estrategia clave en partidos anteriores, ofreció demasiadas grietas para que el ataque de Atlético Mineiro aprovechara.
Incapacidad
La falta de profundidad y la incapacidad de mantener la posesión del balón también fueron factores que contribuyeron a la derrota. En el medio campo, River no pudo encontrar su ritmo habitual. La falta de coordinación y la presión constante del equipo brasileño impidieron que elMillo tuviera control del juego.
Los intentos de recambio por parte de Gallardo, como la inclusión de Lanzini, Meza, Villagra, Solari y Bareiro, no lograron cambiar el curso del partido. La falta de experiencia y la tensión del momento hicieron que River no pudiera recuperarse. El gol de Paulinho, que llegó tras un rebote en Paulo Díaz, selló el destino del equipo argentino.
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