Durante la conferencia matutina, la presidente Claudia Sheinbaum volvió a arremeter contra el expresidente Felipe Calderón. Esta vez por un video difundido en redes sociales en el que se le observa a bordo de un yate junto a su esposa, Margarita Zavala, y una de sus hijas.
El ataque de Sheinbaum surgió como respuesta a una pregunta relacionada con una noticia sobre un supuesto viaje de Andrés Manuel López Obrador a Cuba en un jet privado. Lejos de desmentir con claridad, la presidente desvió la conversación hacia Calderón, afirmando:
“Hay otro expresidente que andaba en yate, que decía que no tenía trabajo, que estaba en la pobreza, que vivía en Madrid. Quién sabe con qué recursos, pero ahora ya se le vio en un yate. Sí, sí vi el video”.
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Pero no se detuvo ahí. Sheinbaum aprovechó la ocasión para repetir las viejas acusaciones de su partido contra Calderón:
“Tienen un expresidente conservador que, además, dejó la guerra contra el narco, que llegó a la presidencia con un fraude electoral. Es más, ni expresidente se le debería de llamar, sí, ejerció la presidencia, pero fue un presidente espurio. Y ahora goza de andar en yate”.
Estas declaraciones contrastan con el llamado que la propia Sheinbaum hizo días atrás para que se “dejara en paz” a López Obrador ante las críticas a su sexenio. El sexenio de AMLO es considerado ya como el más violento en la historia contemporánea de México.
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La doble moral no pasó desapercibida entre analistas y usuarios en redes sociales, quienes señalaron la hipocresía de exigir respeto para AMLO mientras se insulta y calumnia a expresidentes opositores.
En el video viralizado, se observa a Calderón en la cubierta de una embarcación de la marca Lagoon, aparentemente en un paseo familiar. El exmandatario ha asegurado en reiteradas ocasiones que no tiene un empleo formal y vive de forma modesta desde que se le retiró la pensión presidencial por decreto de López Obrador.
El odio de Morena hacia Calderón: una enemistad política de larga data
El resentimiento de Morena hacia Felipe Calderón no es nuevo. La enemistad comenzó en 2006, cuando Calderón venció a López Obrador en una de las elecciones más cerradas y polémicas de la historia reciente.
Desde entonces, López Obrador y su círculo cercano lo han señalado como “presidente espurio”. Afirmando sin pruebas fehacientes que el resultado fue producto de un fraude electoral.
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A esto se suma la “guerra contra el narcotráfico”, lanzada por Calderón durante su sexenio, la estrategia de seguridad que fue duramente criticada por Morena. Pero la administración de AMLO terminó intensificando el despliegue militar y generando un mayor número de homicidios, sin reducir significativamente el poder de los cárteles.
La narrativa de odio hacia Calderón se ha convertido en una herramienta recurrente para desviar la atención de los fracasos del gobierno actual. Sin embargo, resulta irónico y hasta absurdo comparar a AMLO con Calderón, cuando Calderón fue, en los números, mucho mejor presidente que AMLO.