Verónica Ojeda, madre de Dieguito Fernando y excompañera sentimental de Diego Maradona, habló sobre los últimos contactos que mantuvo con el astro del fútbol antes de su fallecimiento.
En una serie de declaraciones impactantes, reveló aspectos personales de las inquietudes que afectaban al exjugador en sus últimos días, especialmente relacionadas con su fortuna y las personas que lo rodeaban.
Según relató Ojeda, durante una de las visitas que le hizo a Maradona mientras él vivía en La Plata, el exfutbolista le realizó un pedido muy específico: le solicitó que vaya a buscar sus cosas que había traído de Dubai. Los objetos estaban guardados en una baulera en la zona de Beccar.
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Más allá de los objetos personales, lo que más llamó la atención fue el relato sobre el estado emocional de Diego y su creciente desconfianza hacia quienes manejaban su dinero. “Verónica, nos están robando. Hablá con el contador. Esas cosas las dije en mi declaración”, sostuvo Ojeda. La frase revela un clima de tensión y sospecha que atravesaba el exjugador, que ya por entonces mostraba signos de alerta frente a los manejos de su entorno más cercano.
Otro momento clave fue el llamado que recibió Ojeda por parte de una masajista que trabajaba con Maradona. Según relató, la mujer le insistió para que interviniera en la delicada situación en la que se encontraba el Diez. “Me llamó su masajista y me dijo que yo era la única persona que podía sacarlo de esa situación”, recordó.
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Inicialmente escéptica, Ojeda accedió a comunicarse directamente con Maradona para verificar la situación. “Llamé y me atendió Diego. A partir de ahí, le creí y comenzó una revinculación con Dieguito”, concluyó. El testimonio arroja nueva luz sobre los vínculos personales del ídolo en sus últimos días y el complejo entramado de relaciones que marcó su final.