El juez federal, Sebastián Casanello, procesó a Ariel De Vicentis por el delito de «desobediencia a la autoridad, estorbo de un acto funcional y encubrimiento», tras determinar que estorbó durante los allanamientos realizados en el country de Nordelta en el marco de la investigación por presuntos hechos de corrupción que involucra a la ANDIS y a la droguería Suizo Argentina S.A..
Después de tomarle indagatoria al jefe de Seguridad del country de Nordelta, avanzó en una serie de operativos en el barrio con un objetivo claro: reconstruir el recorrido que hizo Jonathan -el socio mayoritario del a droguería Suizo Argentina SA- el día viernes cuando se realizaron los allanamientos y logró escapar.
En la resolución a la que accedió Clarín, el magistrado entendió que “la celeridad y el factor sorpresa eran claves para la efectividad de las medidas de coerción procesal de naturaleza probatoria ordenadas por el tribunal”.
Esas condiciones de los operativos requeridos por el fiscal Franco Picardi, “fueron alteradas como resultado de la conducta del imputado, contraria a su obligación de acatar la orden judicial ejecutada por las fuerzas de seguridad estatales”, dijo Casanello.
En este punto, “resultan esclarecedoras las imágenes captadas al momento de efectuar el allanamiento del domicilio de Jonathan Kovalivker, oportunidad en que se encontró una de las cajas de seguridad con dinero revuelto y muchas bandas elásticas sueltas”.
La prueba incorporada dijo, el juez, “contradice el descargo ensayado” por De Vicentis cuando dijo que nunca advirtió a los hermanos dueños de la droguería ni buscó impedir los allanamientos.
Hay que recordar que Ariel De Vicentis dijo estar de vacaciones pero que su “celo profesional” lo condujo a intervenir pidiendo en un grupo de WhatsApp una foto de la orden de presentación. Sin embargo, negó haber participado en cualquier hecho que haya podido advertir a los hermanos Kovalivker.