El asesinato de Iryna Zarutska, una joven refugiada ucraniana de 23 años, en un tren ligero de Charlotte, Carolina del Norte, ha causado indignación nacional. Zarutska fue apuñalada por la espalda el pasado 22 de agosto por Decarlos Brown Jr., un salvaje criminal reincidente de 35 años con un largo historial delictivo.
Sin embargo, a pesar de la brutalidad del crimen y la atención masiva en redes sociales, los principales medios izquierdistas de comunicación estadounidenses han ignorado por completo la historia.
El ataque fue captado por cámaras de seguridad del tren y muestra cómo Brown, sin provocación alguna, se abalanza sobre Zarutska, apuñalándola repetidamente. En las imágenes posteriores al ataque, se le ve caminando por el vagón con el cuchillo ensangrentado en la mano, mientras otros pasajeros huyen. Zarutska, que vestía su uniforme de trabajo de una pizzería, colapsó en su asiento y murió en el lugar.
Zarutska había huido de la guerra en Ucrania, buscando refugio y una nueva vida en Estados Unidos. Su historia, una joven inmigrante asesinada en un ataque aleatorio por un exconvicto con antecedentes de violencia, ha provocado una oleada de reacciones en redes sociales, donde usuarios expresaron dolor, indignación y exigieron responsabilidades a las autoridades locales.
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A pesar de la cobertura detallada en medios internacionales, la historia ha sido ignorada por medios progresistas como The New York Times, CNN, The Washington Post, MSNBC, BBC y Reuters. Usuarios en X y figuras públicas como Elon Musk denunciaron esta omisión intencional, señalando que ni una sola mención ha sido publicada por estos medios.
Musk reposteo un análisis que contaba cuántos artículos habían publicado estos medios sobre el caso: cero. Otros usuarios acusaron a la prensa izquierdista de encubrir el caso por razones raciales, ya que el criminal es negro y la víctima era una mujer blanca ucraniana. Algunos incluso señalaron que, de haber ocurrido a la inversa, la cobertura y la indignación mediática habrían sido abrumadoras.
Uno de los mensajes virales decía: »¿Cómo pueden estos medios tener cero artículos sobre un asesinato violento y aún decir que mantienen informada a la población?». Otro cuestionaba: »¿Por qué ignoran el crimen si la víctima es una joven blanca refugiada y el agresor es un criminal negro reincidente?».
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El historial de Decarlos Brown es extenso y alarmante. Desde 2007 ha sido arrestado más de 14 veces por delitos como robo con arma, violencia doméstica, daños a propiedad privada, perturbación del orden público y uso indebido del 911.
En enero de 2025, fue arrestado por llamar a la policía afirmando que tenía un »material hecho por el hombre» dentro de su cuerpo que controlaba sus acciones. Fue liberado sin fianza, y en agosto cometió el asesinato.
A pesar de su peligrosidad, el sistema judicial y la policía local, dirigida por autoridades demócratas, permitieron que siguiera libre, lo que ha desatado críticas sobre la falta de acción por parte de las instituciones liberales para proteger a los ciudadanos, especialmente en ciudades como Charlotte.
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La alcaldesa demócrata de Charlotte, Vi Lyles, emitió un comunicado expresando sus condolencias y agradeciendo a los medios que decidieron no difundir el video del crimen, supuestamente por respeto a la familia. Sin embargo, fue la misma policía local la que liberó el video tras solicitudes de transparencia de los medios.
Lyles declaró: »Esta fue una pérdida trágica y sin sentido. Estoy comprometida a hacer todo lo posible para que Charlotte sea un lugar donde todos se sientan seguros». No obstante, muchos la acusan correctamente de minimizar la situación y de encubrir el caso para evitar tensiones raciales y políticas.