Los ahorristas argentinos buscan de manera constante maximizar los rendimientos de sus excedentes en pesos a través de herramientas financieras que ofrezcan previsibilidad. En este sentido, el plazo fijo tradicional volvió a posicionarse como una alternativa viable para generar una renta mensual que se asemeje al valor del alquiler de un departamento.
En un contexto donde las tasas en pesos superan al movimiento del dólar y con una inflación más estable, esta opción permite generar ingresos comparables a los de una renta inmobiliaria, pero con una inversión inicial mucho menor que la que requiere la compra de un inmueble físico.
La comparación entre la inversión financiera y la inmobiliaria resulta clave para entender el comportamiento del mercado actual. Mientras que para ser propietario se necesita un capital elevado en moneda extranjera, la colocación de fondos en el sistema bancario permite obtener flujos de caja inmediatos. Esta dinámica generó que muchos inversores pequeños y medianos analizaran el costo de oportunidad de mantener sus ahorros en pesos ante la posibilidad de cubrir gastos fijos mensuales, como el pago de un arrendamiento, mediante los intereses generados.
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Un monoambiente de aproximadamente 40 metros cuadrados tiene un costo mensual de $624.727.
Los Andes
Cuánto cuesta un alquiler hoy
Para establecer una comparación precisa, es necesario observar los valores de mercado del sector inmobiliario. Según los datos recolectados por los principales portales de compra-venta de inmuebles, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el alquiler promedio sufrió variaciones ligadas a la oferta y la demanda. Actualmente, un monoambiente de aproximadamente 40 metros cuadrados tiene un costo mensual de $624.727. Por su parte, un departamento de dos ambientes, con una superficie estimada de 50 metros cuadrados, asciende a los $729.916 por mes.
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Estos valores representan el piso que un ahorrista debería alcanzar si pretende que su inversión financiera cubra la totalidad de su gasto habitacional. La diferencia de precios entre barrios y la calidad de las unidades influyen en estos promedios, pero las cifras mencionadas sirven como referencia técnica para calcular el capital necesario que debe colocarse en las entidades bancarias para igualar estas rentas.
Rendimiento actual del plazo fijo y proyecciones de tasas
El plazo fijo tradicional mantiene un plazo mínimo de colocación de 30 días. En el inicio de este 2026, las entidades financieras pagan una Tasa Nominal Anual (TNA) promedio del 22%. Este porcentaje equivale a un rendimiento mensual cercano al 1,8%. Si bien este nivel se ubicó históricamente por debajo de la inflación en períodos de alta volatilidad, la desaceleración del índice de precios al consumidor, que ronda el 2% mensual, dejó a la tasa real en un terreno de mayor competitividad.
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Algunos analistas del mercado financiero anticiparon posibles subas de tasas en las próximas semanas por parte del Banco Central, lo que mejoraría aún más el atractivo de estas colocaciones. El objetivo de las autoridades monetarias es mantener el ahorro en pesos y evitar que la liquidez se vuelque al mercado de divisas, manteniendo así la estabilidad del tipo de cambio.
El capital necesario para igualar un ingreso por alquiler
Para que un inversor obtenga una renta mensual similar a la de un monoambiente, calculada en $624.727, se necesita una inversión inicial de $34.549.300 colocada en un plazo fijo al 22% de TNA. Este monto representa el capital base para asegurar el cobro de intereses que cubran el gasto mencionado de manera mensual.
Sin embargo, el mercado bancario presenta dispersiones en las tasas que ofrecen las distintas instituciones. En los bancos que pagan una tasa más alta, como por ejemplo un 25% de TNA, el capital requerido para alcanzar el mismo objetivo de $624.727 baja sensiblemente a $30.403.380. Esta diferencia implica que el ahorrista puede necesitar más de $4 millones menos si elige la entidad con mejor rendimiento.
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Si se traslada esta cifra a moneda extranjera para dimensionar la inversión, ese monto equivale a unos u$s20.600. Esta cifra representa apenas el 20% del valor total de compra de un monoambiente, que hoy ronda los u$s98.000 en el mercado porteño. De esta manera, el plazo fijo permite acceder a una renta equivalente a la de un alquiler con una fracción del capital que se requeriría para ser propietario.
Ventajas y riesgos de la estrategia de inversión en pesos
La principal ventaja de apostar por el plazo fijo frente a la compra de una propiedad radica en que permite generar una renta similar sin la necesidad de un alto desembolso inicial ni los costos asociados a una escritura o mantenimiento de inmueble. Además, el inversor evita el pago de impuestos inmobiliarios, comisiones y los periodos de vacancia donde el departamento no genera ingresos.
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Con una inflación más baja, el capital invertido pierde menos poder de compra que en años anteriores, lo que mejoró el atractivo de este tipo de inversión en moneda nacional. No obstante, las dos estrategias responden a perfiles distintos. Mientras el plazo fijo ofrece liquidez y una renta inmediata con menor capital, la inversión inmobiliaria tiene la ventaja histórica de que el valor del activo se mantiene en dólares y tiende a revalorizarse con el paso de los años, sumando además la renta mensual.
La elección final dependió y dependerá de la situación particular de cada ahorrista, de su tolerancia al riesgo y de si prioriza contar con el dinero disponible mes a mes o si prefiere una inversión de largo plazo que proteja el valor de su patrimonio contra eventuales devaluaciones o cambios bruscos en la economía nacional.
