Los economistas del establishment siguen debatiendo acerca de la situación de las reservas internacionales, el posible impacto del «Plan Canuto» y las perspectivas para los próximos meses. El ex ministro de Economía de la Convertibilidad, antigua referencia para Milei y actual enemigo del Presidente, opinó que «la acumulación de reservas es importante para pagar sin inconvenientes las importaciones y afrontar sin demoras los pagos de servicios de la deuda”. Indicó que se necesitan “muchas más reservas en la medida que la economía pretenda re monetizarse, no sólo en la moneda local sino también en dólares».
En un artículo de opinión publicado en su blog, Cavallo consideró que «para los depósitos en dólares es necesario que el Banco Central cuente con reservas líquidas de su propiedad en cantidad suficiente como para proveer toda la liquidez en dólares que sea necesaria«.
Además, el ex ministro de Menem y de De la Rúa calculó que «los depósitos bancarios totales (pesos más dólares) ascienden a «sólo a 105 mil millones de dólares equivalentes, lo que representa apenas el 17% del PBI, significativamente inferior a los países vecinos (más del 40% del PBI) o a la década de la convertibilidad en Argentina (60% del PBI). Particularmente, los préstamos en dólares alcanzan sólo a la mitad de los depósitos en esa moneda, indicando una mucho mayor represión financiera para la intermediación en dólares».
En relación al «Plan Canuto», el ex ministro sostiene que los incentivos fiscales y regulatorios pueden tener un «efecto muy limitado» en la remonetización mientras no se «avance hacia la remoción completa de todas las restricciones cambiarias que aún subsisten» y no se «habilite a los bancos a realizar con los depósitos en dólares el mismo tipo de intermediación financiera que con los pesos».
En tanto, para Carlos Melconian, ex presidente del Banco Nación durante el gobierno de Mauricio Macri, “el canuto es canuto. Yo tengo un canuto y si vos me decís que hoy puedo comprar una moto, mi canuto sigue siendo mi canuto”. Para el economista, el uso informal de los dólares en efectivo ya estaba instalado de facto y la nueva norma no modifica la conducta de los argentinos. «El no marca un antes y después y forma parte de una serie de decisiones basadas en la experimentación», sugirió.
Para Federico Furiase, director del Banco Central, “es una medida muy importante que puede reforzar todo lo que tiene que ver con el crecimiento, y sobre todo con el crecimiento del crédito». “Hoy el Banco Central tiene dólares suficientes líquidos de reservas de libre disponibilidad para defender la cantidad de pesos que hay en la economía a una paridad en torno a mil”.