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viernes, agosto 8, 2025

Fuerte crecimiento, de las importaciones

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El intercambio comercial con Brasil cerró en julio con un déficit de 559 millones de dólares, el mayor rojo mensual en lo que va del año y una reversión abrupta frente al superávit de 34 millones del mismo mes de 2024. El saldo acumulado entre enero y julio es también el peor en más de una década: 3.506 millones de dólares, frente a los 141 millones de superávit que se habían registrado en igual período del año pasado. Este deterioro se da en el marco de un boom de importaciones, motorizado por la desregulación del comercio exterior y un tipo de cambio que vuelve menos competitiva a la producción nacional.

Detrás del rojo se esconde una dinámica cada vez más desigual entre exportaciones e importaciones. Según datos de la consultora Abeceb, durante julio las importaciones desde Brasil aumentaron 42,4 por ciento en términos interanuales, mientras que las exportaciones argentinas hacia el mismo destino retrocedieron 8,2 por ciento. 

En el acumulado de los primeros siete meses del año, el crecimiento de las importaciones fue del 51,2 por ciento, lo que convierte al período enero-julio de 2025 en el de mayor expansión importadora de los últimos quince años.

El sector automotor aparece como el principal responsable del salto en las compras externas. En julio explicó el 91 por ciento del aumento total de las importaciones. En números concretos, las compras de vehículos y autopartes desde Brasil sumaron 449 millones de dólares más que el año pasado, en un mes donde el total importado se incrementó en 495 millones. Este mismo rubro —clave en el intercambio bilateral— también incidió en la caída de las exportaciones, que se redujeron en 188 millones de dólares, explicando casi el doble de la baja total en ventas externas.

Más allá del comportamiento del complejo automotor, también se registraron incrementos en las importaciones de otros productos industriales, como maquinaria, equipos eléctricos y productos químicos. Del lado de las exportaciones, el agro fue el principal sostén, con envíos de trigo, cebada, aceites y preparaciones alimenticias. Sin embargo, la performance exportadora no alcanzó para compensar el fuerte avance del flujo importador.

En ese contexto, el comercio bilateral con Brasil dejó de ser una fuente de ingreso neto de divisas para convertirse en un frente de preocupación. La creciente dependencia de bienes importados, combinada con un tipo de cambio que resta competitividad, pone en tensión la balanza comercial. Abeceb proyecta que el déficit podría acercarse a los 6.000 millones de dólares hacia fin de año, si se mantiene el ritmo actual de intercambio, con saldos negativos mensuales que ya superan de forma sostenida los 400 millones de dólares.

Este resultado constituye uno de los primeros datos disponibles del comercio exterior correspondientes a julio y permite anticipar un nuevo deterioro de la balanza comercial global. 

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