La provincia del Neuquén logró que la Nación declare la emergencia y/o desastre agropecuario por sequía, una medida clave para mitigar el impacto que la falta de agua viene provocando en las actividades productivas. La decisión fue adoptada tras el pedido presentado en la Reunión Ordinaria de la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios, convocada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
La declaración quedó formalizada mediante la Resolución 2123/2025, publicada el 30 de diciembre en el Boletín Oficial de la Nación, y se encuadra en la aplicación de la Ley Nacional de Emergencia Agropecuaria N° 26.509 y sus modificatorias.
La norma establece que el estado de emergencia y/o desastre agropecuario regirá desde el 1 de julio de 2025 hasta el 30 de junio de 2026. Alcanza a las explotaciones ganaderas, forestales, acuícolas y apícolas afectadas por la sequía en todo el territorio de la provincia del Neuquén, con una única excepción: los valles irrigados de los departamentos Añelo y Confluencia.
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De esta manera, la gran mayoría del mapa productivo provincial queda comprendido en la medida, en un contexto de afectación prolongada de los recursos hídricos y caída de los niveles de productividad.
LM Neuquen
El impacto productivo de la sequía
El secretario de Producción e Industria de la provincia, Diego García Rambeaud, había presentado en noviembre el Plan Provincial de Sequía, respaldado por el Decreto provincial de emergencia hídrica, social y productiva. En su exposición ante las autoridades nacionales, detalló el impacto directo de la sequía en las distintas actividades.
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En el caso de la ganadería, explicó que se registran índices productivos por debajo de los promedios históricos, con deterioro del estado corporal de los animales, lo que repercute negativamente en los procesos de gestación, parición y destete, además de afectar la cantidad y calidad de fibras como la lana y el mohair. A esto se suma una elevada mortandad.
En la actividad acuícola, señaló una disminución de la columna de agua, mayor riesgo de rotura de redes, incremento de la carga por metro cúbico, mayor probabilidad de enfermedades y mortandad, y un aumento significativo de los costos de producción.
En el sector forestal, la sequía genera un incremento del estrés hídrico, que vuelve a las plantaciones más vulnerables al ataque de plagas, como el Sirex noctilio, y eleva de manera considerable el riesgo de incendios.
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Estudios técnicos y respuesta provincial
Durante la presentación, se citaron estudios realizados por INTA y la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), que advierten una reducción sostenida de la productividad forrajera y una menor disponibilidad de agua en numerosas zonas de la provincia. A este escenario se suma una mayor aridez ambiental, impulsada por el aumento de las temperaturas durante la primavera y el verano.
Frente a este panorama, la provincia detalló las estrategias de intervención que ya se encuentran en marcha: líneas de financiamiento específicas, el funcionamiento del Comité Provincial de Emergencia Agraria, Hídrica y Productiva, una mesa público-privada para la coordinación de acciones, inversión en obras para la trashumancia, adquisición de maquinaria para el mejoramiento de canales, además de asistencia técnica y capacitaciones.
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Cómo acceder a los beneficios
La resolución fija el 30 de junio de 2026 como fecha de finalización del ciclo productivo para las explotaciones afectadas. Para acceder a los beneficios previstos por la Ley 26.509, los productores deberán presentar un certificado de emergencia emitido por la autoridad provincial competente.
El trámite se realiza ante la Dirección de Emergencia Agraria, de manera digital a través del correo [email protected], o de forma presencial en Avenida Belgrano 829, en la ciudad de Centenario. El Gobierno provincial remitirá luego a Nación el listado de productores afectados junto con los certificados correspondientes.
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La norma también establece que las entidades bancarias nacionales y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) deberán arbitrar los medios necesarios para que los productores comprendidos accedan a los beneficios fiscales y financieros.
Principales beneficios para los productores
La declaración de emergencia habilita una serie de alivios impositivos y financieros, entre los que se destacan:
- Prórroga del vencimiento de impuestos que graven patrimonio, capitales o ganancias de las explotaciones afectadas.
- Suspensión de juicios de ejecución fiscal por parte de ARCA mientras dure la emergencia.
- Deducción del 100% de los beneficios derivados de ventas forzosas de hacienda en el impuesto a las Ganancias.
- Exenciones totales o parciales en Bienes Personales, Ganancias, Monotributo y contribuciones a la Seguridad Social, según el grado de afectación.
- Para monotributistas, prórroga del pago del componente impositivo, con una reducción del 50% en emergencia y del 75% en zonas de desastre.
Estas gestiones se realizan de manera individual y digital ante ARCA, y forman parte de un paquete de medidas que busca sostener a los productores neuquinos frente a una sequía que ya lleva varios años y que impacta de lleno en la economía regional.